Oficialmente se toma el 6 de noviembre de 1922 como fecha de inicio de las transmisiones radiales estables y regulares en el Uruguay. Ese día, Sebastián Paradizábal puso en marcha su estación de radio, que llevó su mismo apellido.
Ubicada en la azotea del Hotel Florida en la esquina de las calles Florida y Mercedes de la ciudad de Montevideo, “Estación Paradizábal” aventajó por poco tiempo a la “Estación Sud América General Electric” que unos meses después, el 5 de agosto de 1923, inició también sus transmisiones radiofónicas estables luego de haber realizado varias emisiones de prueba desde abril de 1922. Entre estas trasmisiones, se destaca la realizada por Claudio Sapelli el 1° de octubre de 1922, quien se instaló en la azotea del desaparecido Diario Del Plata que funcionaba en el ala oeste del Teatro Solís, y relató, en base a los reportes cablegráficos que recibía, todo un partido entre Uruguay y Brasil que se disputaba en Río de Janeiro por el V Campeonato Sudamericano.
En el Uruguay de entonces, radioaficionados y otros entusiastas ya se encontraban experimentando desde hacía varios años con esta nueva tecnología que permitía, a diferencia de la radiotelegrafía (que ya funcionaba desde hacía mucho antes), la transmisión de voz y sonidos desde un punto de emisión hacia ilimitados potenciales receptores. Esta variante en la forma de utilización de la “telefonía sin hilos” recibió la denominación de “broadcasting” o radiodifusión. Acorde a lo que también ocurría en varios lugares del mundo, sus apasionados promotores siguieron el ejemplo de las estaciones WWJ de Detroit y KDKA de Pittsburgh, en Estados Unidos. El 31 de agosto de 1920 había comenzado a transmitir en forma regular la estación “WWJ 950 AM” en Detroit, Michigan, la cual es considerada la primera radio de la historia, título que le disputa la también estadounidense KDKA de Pittsburgh, Pennsivania, que el 2 de noviembre de ese mismo año inició formalmente sus actividades trasmitiendo las elecciones presidenciales. Más al sur, aquí al lado en Buenos Aires, el 26 de agosto de 1920 un grupo de estudiantes de medicina instaló un pequeño transmisor en el Teatro Coliseo, para emitir la ópera “Parsifal” de Richard Wagner, dando inicio a la radiodifusión también en Argentina.
Cuando en 1920 el grupo de jóvenes estudiantes de medicina argentino hizo la primera transmisión “broadcasting” en el Río de la Plata, utilizó para ello un transmisor de muy pocos watts, mil veces más pequeño que el de una estación media actual. Aquel fue uno de los primeros pasos que se dieron en el mundo hacia lo que hoy es la radio. El hecho de que el inicio de este camino haya sido en Argentina, en forma paralela a lo que también estaba ocurriendo en Estados Unidos e Inglaterra, estimuló la generación de nuevas ideas por parte de algunos muy dispuestos y alegres jóvenes montevideanos de los años 20. Fue en ese contexto, que lograron rápidamente apoyo de la compañía General Electric de Estados Unidos. Esta empresa entregó receptores de radio en Montevideo, desde Buenos Aires trajo un trasmisor, y pocos meses después de que radio “Paradizábal” comenzara sus transmisiones, lo hizo también “Estación Sud América General Electric”. Unos años más tarde cambiarían sus propietarios y también su nombre, pasando a llamarse radio “El Espectador”, siendo en la actualidad la emisora más antigua de nuestro país que aún se encuentra en funcionamiento.
Si bien Radio Paradizábal no se mantuvo mucho tiempo al aire, dejó su huella por haber sido la primera emisora estable de radio del Uruguay. Su estilo era sencillo, la programación estaba conformada básicamente por música, no había programas informativos o periodísticos en aquel momento, y se distinguió por ser la primera en incluir publicidad durante sus transmisiones.
Las presentaciones al público las realizaba Luis Viapiana, quien se convirtió en el primer locutor de la historia de la radio en Uruguay. Un ejemplo de las locuciones de Viapiana: “transmite la radio Paradizábal, Montevideo. Avisamos a todos nuestros oyentes que esta noche a la hora 21, transmitiremos la revista en dos actos y 18 cuadros “París qui jazz”, que representará en el teatro Urquiza la compañía de León Volterra, del Casino de París.”
Paralelamente a las emisiones de la radio, Sebastián Paradizábal publicaba la revista Radiotelefónica que se distribuía en todos los hogares donde había receptores de radio. Tenía un tiraje de 5000 ejemplares, lo cual era considerado muy importante para la época.
En julio de 1924 Radio Paradizábal fue adquirida por el diario El Día, adoptando este mismo nombre, hasta que dejó de funcionar en 1927 como consecuencia del incendio de sus instalaciones. Poco tiempo después, la frecuencia en la que irradiaba Radio Paradizábal fue asignada a Radio Westinghouse, que comenzó sus emisiones el 12 de noviembre de 1928 y luego se transformó en la actual Radio Oriental.
Los receptores más populares usados durante los primeros años para escuchar las transmisiones radiales se conocen como “a galena” o “de galena”. ¿Por qué? Porque utilizaban una piedra de galena como detector de las emisiones que eran sintonizadas sobre una bobina de fino alambre de cobre, conectada en un extremo a una antena también alambre de cobre, y a tierra en el otro extremo, usándose para escuchar un par de auriculares o el auricular de un teléfono. Estos receptores no requerían suministro de energía, ya que funcionaban con la propia energía de las ondas radioeléctricas.
Cuentan que se escuchaba más ruido que palabras, pero que todo Montevideo (que tenía una población cercana a los 700 mil habitantes) hablaba de aquel “maravilloso” medio de comunicación, surgiendo numerosos “técnicos” armadores de radio.
Cuando comienzan a importarse receptores de radio de fabricación comercial, éstos tenían lámparas o válvulas y como fuente de energía “pilas secas”. Eso sí, por aquellos años para tener una radio en casa, se debía gestionar una licencia especial.
En los primeros meses Radio Paradizábal, para su emisión musical diaria, además de contar con orquesta de música propia, incluía músicos en vivo. Algunos ejemplos de ello fueron la pianista María Adela Fourquet, el concertista de piano Felisberto Fernández (que estrenó su famosa obra “Primavera” en una actuación en la Radio Paradizábal), y aquellos “grandes jóvenes” de la época que integraban la “Troupe Ateniense”, como el Ramón “Loro” Collazo, Víctor Soliño y Roberto Fontaina. Por su parte radio Sud América General Electric, con su pequeño equipo de 10 watts, que transmitía 4 horas diarias, también ofrecía una programación básicamente musical, que alternaba con espacios destinados a la información y a comentarios culturales.
En una época conocida como “la etapa heroica” de la radiotelefonía, la carrera evolutiva de Radio Paradizábal y de Radio Sud América General Electric fue constante desde el inicio en 1922. Un año después, las dos habían aumentado su potencia a 90 watts, y con ello el interés del público crecía constantemente, extendiéndose la curiosidad por las soluciones técnicas. Por momentos las nuevas emisoras se vieron desbordadas por preguntas técnicas de algunos oyentes, alguna de cuales miradas a distancia genera sonrisas. Sucedía que el receptor al ser a galena, la escasa potencia del transmisor causaba “fenómenos anormales”, lo cual llevaba a preguntas como ¿por qué si me acuesto sobre el lado derecho mejora la recepción?, ¿por qué mi vecino escucha mejor? ¿por qué si abro la canilla del baño, es peor?. Singulares preguntas que enriquecieron el inicio de aquellas primeras emisiones.
La expansión de las emisoras radiales en todos los departamentos, fue fluida a partir de 1923. Si. Pocos meses después de la inauguración de la primera Estación de radio en Montevideo, “Paradizabal” en noviembre de 1922 y con “General Electric” haciendo emisiones de prueba desde abril del mismo año, fue “La Voz de Paysandú” la pionera en el interior del país, en agosto de 1923. A partir de ese momento en todos los departamentos se fue adoptando la nueva tecnología en materia de comunicación. EN 1924 nuevamente los sanduceros, esta vez con “Paysandú Broadcasting”; en 1926 “Radio Durazno”; en 1928 Salto vio nacer a “Bulevar Broadcasting” que en 1939 pasaría a ser “Radio Tabaré”; en 1930 nuevamente los salteños ahora con “Radio Salto Broadcasting”; en 1931 en tierras maragatas surge “Broadcasting San José”; en 1933 “Radio Colonia”; en 1934 “Difusora Rochense”; en 1936 fueron dos los departamentos, Salto con “Radio Cultural” y en la piedra alta nace “Difusora Florida”; en 1938 en Tacuarembó “Difusora Zorrilla de San Martín”; en 1939 comenzaron sus transmisiones “Radio Canelones”, “Radio Lavalleja”, “Radio Charrúa” de Rivera; y en 1940 “Radio Internacional” también de Rivera
Luego de aquellos primeros años, la expansión de la radio en todo el país ha sido amplia y general, con una cobertura geográfica social que se destaca en el mundo.
Fuentes:
Alan Núñez González, “La radio y yo” Montevideo, 2015.
Mónica Maronna, “Prendidos al dial” Montevideo, 2022.
El 20 de julio de 2023 ANDEBU (Asociación Nacional de Broadcasters Uruguayos) celebró 90 años de vida. Con tal motivo y en el marco, además, de la conmemoración de los 100 años de radio en el Uruguay, la asociación de radiodifusión privada realizó un evento cultural en el Auditorio Nelly Goitiño del SODRE de la ciudad de Montevideo el día 23 de julio, con el cual reconoció a comunicadores y empresarios de la radio por sus aportes a la comunicación uruguaya. En tal sentido se entregó a cada persona que fue distinguida, una obra de arte en vidrio fundido perteneciente a una serie exclusiva cuya confección fue especialmente encomendada a la artista plástica uruguaya Magdalena Díaz Lageard.
Los comunicadores reconocidos fueron:
Néber Araújo (destacado periodista y comunicador de extensa trayectoria en radio y televisión, siempre recordado por su estilo profundo, serio y comprometido);
Silvia Pérez (la primera periodista deportiva femenina del Uruguay, con inicios en radio y televisión, para luego proyectarse hacia el periodismo escrito, habiéndose ganado el respeto de todos dentro del particular ámbito del fútbol);
Sergio Puglia (su amplio abanico de conocimientos acerca de diversos temas, lo han posicionado en la consideración general por su versatilidad para entrevistar en diferentes áreas);
Orlando Petinatti (dueño de un estilo mordaz y sarcástico, desarrollado a través de una particular forma de humor llega hoy con su comunicación a través de la radio, a todos los sectores sociales);
Alberto Kesman (con un lenguaje llano y popular ha logrado conectarse transversalmente en toda la sociedad con una identidad propia que va más allá del relato deportivo);
Ignacio Álvarez (un estilo disruptor y arriesgado en periodismo, aborda todo tipo de temas de especial interés para vastos sectores de la sociedad);
Emiliano Cotelo (posee una modalidad de comunicación cercana y amable, y realiza un ejercicio del periodismo que se mantiene siempre vigente y se adapta a los nuevos estilos de vida que han cambiado, y cambian, vertiginosamente, desde mediados de 1980 hasta el presente y hacia el futuro);
Walter “Serrano” Abella (periodista y locutor de radio nacido en el departamento de Treinta y Tres, es un referente genuino del periodismo uruguayo del interior del país, con su programa Hora del Campo, desde 1968 en radio La Voz de Melo);
María del Carmen Núñez (multifacética en el empleo de su voz en todos los ámbitos, publicidad, actuación, docencia y por sobre todas las cosas formadora de comunicadores);
Jaime Clara ( profundo conocedor de la comunicación radial que vive desde los 8 años cuando debutó en CW 41 en San José. Es un referente del periodismo cultural en Uruguay).
En el ámbito empresarial, fueron reconocidos por sus significativos aportes a la comunicación radial:
Héctor Óscar Amengual, Pablo Lecueder, Alejandro Beisso, Enrique Lamaison, Pedro Abuchalja, Mario Melide, Iñaki Abadie, Jorge Piñeyrúa, Carmen Gelpi, Alejandro Ravazzani, y María Angélica Dini.
ANDEBU ofreció asimismo un reconocimiento extraordinario a la Sra. Cristina Morán, comunicadora, periodista y locutora desde la época dorada de la radio, principal referente de la radio y la televisión de nuestro país, además de actriz de cine, televisión y teatro, quien asistió personalmente al evento, pocos días antes de cumplir 93 años de vida.
El Presidente de ANDEBU, Dr. Rafael Inchausti, destacó la vigencia de los principios fundacionales de la asociación en defensa de la libertad de expresión y la democracia. Puso énfasis en los desafíos y oportunidades que las nuevas tecnologías ofrecen a las personas. Además, señaló que los reconocimientos entregados fueron un símbolo a través del cual la Asociación quiso distinguir a las miles de voces que han transitado por los medios uruguayos desde hace 100 años; pero también a emprendedores que a partir de impulsos innovadores pusieron, ponen y pondrán en marcha un sinnúmero de medios de comunicación en el Uruguay.
Por otra parte, el Dr. Rafael Inchausti entregó medallas y diplomas alusivos a los 90 años al Consejo Directivo de ANDEBU: Vicepresidente Lic. Carmen Gelpi, Secretario Esc. Eduardo Ferrari, Tesorero Germán Fernández, Vocales Lic. Ignacio Cersósimo, Rosina Rodríguez, Alejandro Ravazzani, Carlos Fleurquin, e Ing. Néstor Criscio. El texto de medallas y diplomas dice: “En el marco del 90° aniversario de la Asociación Nacional de Broadcasters Uruguayos distingue al integrante del Consejo Directivo por su contribución a la defensa de una radiodifusión privada y libre. Montevideo 23 de julio de 2023”
La ceremonia tuvo como hilos conductores la emisión de piezas audiovisuales con imágenes de comunicadores y empresarios que dejaron su huella en la radiodifusión uruguaya; el homenaje simbólico a miles de talentos que a través de la música y otras expresiones artísticas generan ese vínculo fascinante entre los medios y sus oyentes o televidentes; yla actuación en vivo del grupo vocal “Voices”, habiendo contado con la conducción de los comunicadores Andrés Sena y Álida Fernández,
Video completo de la ceremonia en: